laberinto

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Barcelona

miércoles, 17 de agosto de 2011

Misma

Escribir me permite revisitarme, revestirme, desvestirme...esnuarme...Me da la facilidad de volver a verme en el espejo e intentar encontrarme.  

Me he mudado más de cinco veces en estos últimos años, -- estoy convencida-- que cada una de las veces ha sido para mejorar.  Dentro de cada mudanza, con sus altas y bajas, sus empaques y regueros de papel periódico, sus cajas esfondás y montones de vueltas de tape; hay una caja que siempre viaja. Es mi caja, la de los recuerdos.

Esa, de plástico...de las de k-mart, la guardo con recelo, la velo, la miro, la abro, la cierro...porque en ella hay retazos de vida, suspiros de muerte, fotitos de la pared de la fortaleza, otras de las que no se publican...también hay abrigos para el frío del alma y direcciones postales para cuando me digne a escribirle al pasado... {She, ahí están tus cartas.}

Conozco de memoria mi caja, sé lo que tiene, lo que falta, lo que añadí y cuándo [soy OCD]... pero, esta no la ví venir.  Hoy, horita, hace un rato-ni una hora-- justo cuando pensé que me iría a otro partido de Scrabble, pasó lo inpensable, lo nuevo, lo moderno, lo tecnológico...haciendo una limpia de otra caja, la tecnológica, la que no guardo amarrada al corazón porque soy del siglo 20: la caja de los e-mails, encontré esto...

Publiqué este blog en marzo del 2010 y lo quité.  En aquel momento intenté creer que lo quitaba "para evitar" hoy sé que lo eliminé para "complacer".  Hoy lo cuelgo; justo después del infinito, igual que aquella vez, sin cambiarle palabras, ni puntos, ni comas, con los comentarios que en aquel momento ganó pero, con mucha más vida...


Antes de esta entrada, mis blogs los pensaba míos; desconocía que quienes lo leen, y se identifican, se adueñan de la historia. 


Sepan que no.  


Lo aprendí aquel día.  Cada vez que aprieto "send" se me revuelca el corazón, porque lo hago con la mano metida hasta el ñú de los ojos del alma y creo que alguien, en algún lugar, con un palo o en sobriedad, con un truco o en castidad, sentirá lo mismo que yo.


Sepan que no.

Quien lee no siente lo mismo que quien escribe, siente lo suyo. 

Quien lee no sabe lo mismo que quien escribe, sabe lo suyo.  

Quien vive no vive lo mismo que quien escribe, vive lo suyo.  

Por lo tanto, lean mi blog con cariño, con amor, con apapuchos, con coraje, con rabia, con ternura, con recelo, con bellaquería, con insultos, con caricias, con malicia, con bondad.  

Lean mi blog como si supieras lo que quiero decir pero, sin saberlo...como si me conocieras pero, sin conocerme.


Lean mi blog como si escribiera sobre tí...porque al leerlo así, se da la magia, esa -- la que nos permite creer que al posar la vista sobre las mismas letras somos uno. 


Sepan que no.


Sepan que siempre seremos tres; tú, yo y nosotros. Y, que es ese nosotros...con sus altas y bajas, con sus peleas y amoríos, con sus insultos y grajeadas lo que hace que cada lectura sea sabrosa, única y especial.


Este blog es para todas las mujeres y todos los hombres que se revisitan, se revisten, se desviste...esnúan...y tienen la facilidad de volverse a ver en este espejo y encontrarse con Mism@.







Han pasado más de 24 horas desde mi cita con Misma. Fuimos al cojo, era martes, salimos de Plaza y así en tacas y con bufanda nos fuimos a la barra. Nos sentamos en el stool del centro, nada de esquinas, a Misma le gusta la atención. Y pedimos.

Permitimos que nos miraran por largo rato, los dejamos espiarnos e intentar descifrarnos. Al hacer silencio logramos escucharlos decir "están solas". Misma sonreía y yo respiraba profundo. "Sí" -pensó mi cerebro analítico compulsivo; "No" -dijo Misma.

Eso no pasa cuando vamos al cine, a la playa, al mall, a comer, a estudiar...parece que hay una regla para la bebelata...ese memo no nos llegó.

No dejaron de observarnos y se nos acercaron. Nos hablaron un rato; Misma los ignoraba. ¡Esta Misma es tan selectiva! Hubo quien fue más osado y nos invitó un round. Yo, con un mirar de reojo y media guiñada china dije "gracias". Misma reía a carcajadas. Ella es un papelón.

Estuvimos una hora, nos montamos en el carro y guiamos.

Estoy en la hora 27 después de nuestra cita.
Misma no ha llamado.
Eso pasa.
De hecho, van ocho semanas desde la última llamada devuelta...no de Misma, de Aquel.

Ella llamará.

Sentada en mi cama recuerdo lo que hablamos en la barra. Le conté que he sido afortunada, que muy pocas veces he estado sola, que siempre he tenido un resuelve y que a veces he puesto el corazón. Le hablé del maestro que me despertó a la vida y del que daba su vida por la mí. Le conversé sobre quien ofreció cuidarme y protegerme mientras estudiaba y del que me desgarró el corazón. Le comenté sobre el que me tuvo confinada a sus horarios y su cuarto, también sobre el modelo y ay! la historia de chiclecito, el que parece que gozó mientras yo bostezaba. Ella me escuchó con atención; entonces, le confesé un secreto...le narré la tarde que me bañé en una ducha pequeñísima con el mismo que come de todo menos mi comida, el que me besaba en la frente y me abrazaba como oso, el que me escuchaba hablar...nos escuchaba.

Aquel.

Misma entendió. Lo vió en mis ojos y a través de ellos. Entonces, por primera vez en cinco años, nos besamos.


2 comentarios:

Kayla S. dijo...

Increible los lujares donde la similitud de las personas, sus vidas y sus situaciones convergen...

Me has hecho recordar mi amiga Misma... y me has llevado a los brazos rotos de Aquel...

Kayla S. dijo...

"lugares";)