I. El mejor amigo de mi primito de ocho años se cayó de la cama.
II. La casa en la cual mi primito pernoctó en un sinnúmero de ocasiones es la escena de un crimen.
III. Llevé a mi primito a hacer un Build-a-Bear en honor a su mejor amigo. Le pregunté “¿crees que le gustaría?” “No lo sé, está muerto” me contestó.
La vida se acaba en menos de un segundo. Entonces ¿qué hacemos con el tiempo que nos queda?
Llevo cuatro años estudiando, persiguiendo una carrera y hace unos días recibí un text de una amiga que decía que ella estaba bien, “como siempre corriendo”, que en algún momento iríamos al cine. Yo, hice un pausa y le texteé sobre mi semana. No es que la mía sea mejor que la suya, ni siquiera es que sea más significativa…es que mi semana fue una bofetá en la cara.
Esta semana reflexioné sobre las veces que he perdido perspectiva, las que he querido ser perfecta, cubrir todas las bases, verme como si supiera; fuerte y valerosa. Así mismo conté las ocasiones en las que he sido malcriada, malagradecida, malparía. Repasé mis días, cómo los hacemos rutina y olvidamos observar y meditar. Redescubrí que muchas veces dejamos pasar lo bueno buscando lo que queremos…
Entonces me hice una promesa. De ahora en adelante; anhelo vivir día a día, saborear cada inhalada, meditar cada brisa…quiero vivir en paz…como una niña de ocho años.
el invierno me saló me convirtió en estatua me petrificó me robó el deseo me entregó a Morfeo me despeinó por días me enfangó los pies me estragó las tripas me cortó los dedos me mordió las uñas me secó los ojos me fundió los sesos me besó la muerte me enfrentó a mi misma me llenó de nada me embarró de mierda me montó en su espalda me cambió el nombre me escupió la cara me jodió la vida
Con la esperanza de que algún día no haya necesidad de esa distinción en el calendario.
¿Cuán sexy soy? Hay días que me levanto y digo que fea soy; hay otros, la mayoría, que me encuentro la mujer más bella del universo. Estos últimos; me peino, maquillo, uso lentes de contacto aunque me duelan los ojos pero no, no es suficiente.
He cambiado mi modo de vestir, he comprado ropa nueva, me visto como de revista y en ocasiones tengo mi propio estilo pero no, no es suficiente.
He moderado mi alimentación, hago ejercicio, busco tener y tengo un buen cuerpo pero no, no es suficiente.
Abrir las piernas, ¡dizque para complacer!
¿Qué tipo de maquina soy? ¿Qué modelo de sex machine soy?
¡No soy una máquina!
Disfruto mi vida sexual pero no, ¿cómo va a ser? ¡si es nula!
¿Nula de qué? Si no pasa un ocaso sin que nuestros cuerpos se encuentren pero no, no es suficiente.
Dicen que para mantener una relación hay que ser misteriosa, sexy, atractiva y ¿qué soy? Al parecer, por más que intento no llego. ¿A dónde? No lo sé.Quizás, a la mujer utópica llena de frescura y vitalidad, amante de la energía y cultivadora del deseo.
¡Esa mujer! ¿Quién es? ¿Dónde está? Si la encuentras dímelo y dile de mi parte que la envidio pero, no por ser ella; sino por poder ser quien los demás esperan que ella sea. A esa mujer, avísale que arruina mi vida porque por más que trato y trato y trato no le llego ni al tobillo y me duele, porque quiero ser perfecta ¡y no lo logro!
Dices que hacen falta más cosas en una relación.
¿Acaso hacer el amor, salir a comer, ir al cine, ir al gimnasio, disfrutar la vida, conversar como amigos, ser amigos, planificar el futuro, saborear mantecado, querer ir a Nueva York, querer viajar el mundo, desear tener hijos, amar y desear el perro que nunca te ha gustado, jugar pelota, baloncesto, volleyball, natación, volar chiringa, viajar juntos, llorar de alegría y de tristeza, consolarnos, abrazarnos, mimarnos, molestarnos, despertarnos y en ocasiones dormirnos, viajar en carro, ir a la playa, correr four track, volar en parasailing, vernos desnudos, tocar y desear nuestros cuerpos y sobretodo amarnos no es suficiente?
Digo si hace falta algo más que eso avísame porque, debo buscarlo a la luna.
Pero no, no soy astronauta.
7 de noviembre de 2001/revisado y editado por misma el 4 de marzo de 2010.