viernes, 31 de diciembre de 2010
3-2-1 ¡vamo’allá!
lunes, 6 de diciembre de 2010
...porque ellos -en el '79- no lo vieron venir...
lunes, 29 de noviembre de 2010
LEFTOVERS...

lunes, 18 de octubre de 2010
10-10-10

El pasado 10-10-10 una amiga matemática me dijo "qué bello el número, parece una matriz" Demás está decir que la imagen que me vino a la cabeza fue de todo menos bella, pensé en mondinga, gandinga, placentas, vejigas, esfínter y suturas. Porque yo de las matrices de ella sé lo mismo que de promesas de castidad. Por lo tanto me limité en la respuesta y dije "ajá". Pensé en decir "whatever" pero estoy en una desintoxicación de mujeres busca maridos de la escuela de derecho, por lo que obvié la clichosa palabrita en inglés.
Luego de un breve intercambio a través del grillete electrónico-moderno cuadré con mi amiga tres o cinco chistes más y “colgamos”…
El día estaba bello, escuchaba las personas peleando por estacionamientos frente a mi casa y yo, con una vagancia entre cuero y carne, no me salía de la cama. Ese week-end dormí casi las 48 horas ¡valga por los desvelos, malas noches y sexcapadas!
Cuando me cansé de descansar, te llamé.
Hacían varios días que no hablábamos; yo había reservado dos boletos para la primera función del octavo sison de Teatro Breve, y como sé que te gusta [porque te estrené en ello] te di un call.
Y me dijiste: - “Gracias, claro que me encantaría ir contigo pero, ya me regalaron boletos y me vienen a buscar.”
“Ah, ok” –dije y colgué.
Reconozco que me tomó varios minutos recomponerme, sobretodo del “me encantaría” ¡como detesto el futuro condicional!
Anyways, era temprano.
Y te llamé, bueno, la primera vez la llamada no entró así que, lo intenté otra vez. Esta vez contestaste:
-“¿Qué es la qué? ¿Qué hay hoy?”, preguntaste.
- “TB”, dije.
- Y tu respuesta con lluvia de estática fue: “Ah coño, está cool pero no puedo, estoy en California”…
-“Sí, desde allá es difícil que llegues a tiempo, hablamos después, bye”, balbuceé y colgué.
Esta vez me tomó menos tiempo recomponerme, me quedaba menos tiempo para encontrar con quien ir.
Y te llamé. Por poco te mueres, lo escuché en tu voz.
-“¿Y ese milagro”-dijiste.
-“Yo creo en Dios” – contesté.
Y te expliqué y bla, bla, bla y estabas de guardia…en tu casa pero, de guardia y no podías meterte en el sótano de un teatro porque algún paciente podría morir y serías el responsable de que un veterano muriera en la guerra de la salud.
Y así fue como apareciste. Tú, quien desde el principio imaginé que no podrías acompañarme. Aun así, me llevaste de la mano al baño, probaste el agua por mí para que no me quemara y me estregaste la espalda. Tus dedos sobre mi cabeza ¡qué rico! Me llenaste la bañera de espuma, me serviste cava y prendiste velas. Me mojaste y secaste.
Luego, me vestiste…una a una escogiste las piezas de ropa. Me metiste en el mahón, me abrochaste la camisa y me sentaste sobre la cama. Ahí, me perfumaste, peinaste y maquillaste.
Antes de salir, escogiste mis zapatos y los amarraste por mí…porque si no lo hacías tu, nadie lo haría, porque querías esos zapatos y esos me puse.
Así, prendiste el carro y me llevaste.
Cuando llegamos, ella no te vió, entraste sin boleto y te sentaste a mi lado.
La función comenzó.
La noche fue de las dos.
Y comprendí que el 10-10-10 sí es como una matriz...
miércoles, 19 de mayo de 2010
Mi metamorfosis en esta lucha estudiantil

Soy una mujer de casi treinta años y hace varios regresé a vivir a casa de mis padres para poder culminar un sueño: graduarme de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Aunque siempre estuve matriculada en el programa nocturno, comencé con un horario completo en el programa diurno, pero ya para el segundo año y con los préstamos en jai, tuve que regresar a trabajar como maestra. Entonces, decidí y acepté que me graduaría en cuatro años y aunque mi corazón siempre será Lex 2009, mi graduación sería con la Lex 2010.
Hoy, es 19 de mayo de 2010 y mientras mis compañeros reciben su Pass or Fail de la reválida de marzo, la alarma de mi celular acaba de sonar: no olvides –HOY- es [era] tu examen final de notarial. Curso mi último semestre de derecho y estoy [estamos] en ascuas sobre si terminará o no. Peor aún, porque según el decano el semestre no se pierde –“nadie puede estar tan loco, como para empezar desde cero” dijo, desconozco si podré revalidar en septiembre. La administración nos ha sugerido a los y las candidatos de graduación que continuemos con nuestros planes; repaso de reválida ($1,000) y solicitud de reválida ($500) pero no han podido asegurar si lograrán entregar –de parte de ellos- toda la papelería a tiempo. Es un acto de fe.
Hace más de un mes se celebró una Asamblea Extraordinaria en la Escuela de Derecho; entre varios de los temas se discutió la posibilidad de huelga; en ese momento se tildó de irresponsable decir que Derecho diría no a la huelga, se dijo que era prematuro, y el autoconvocado comité de huelgas de derecho se fue en brote. Aun así, los parias nos mantuvimos contra la huelga y como se creó un impasse, no faltó quien se aventara y redactara una moción. Era una de esas incomprensibles, de las que tienen tantas condiciones que se pierde la esencia y se votó. Una moción que caducaba a horas de secundada. Derecho había dicho, NO a la huelga condicionado a si Juan no pasa la tabla, María sonríe tres veces y entre los dos hacen un niño, todo, sin que cambien las circunstancias antes de las 12 porque nos convertimos en calabaza.
Una semana después, el martes 13 de abril se celebró la Asamblea General de Estudiantes del Recinto UPR. Como estudiante responsable, asistí y voté en contra de la huelga, por encontrarla prematura. No me parecía que era el momento indicado y claro, el interés personal de graduarme me recordaba que los préstamos estudiantiles están a punto de llegar al buzón, las ofertas de trabajo son escasas y el esperar a una juramentación en verano del 2011 sería muy oneroso. Voté y perdí. Con la cabeza en alto y reconociendo el proceso democrático, recogí vela y mis 10 expedientes de la Clínica de Asistencia Legal y a Dios que reparta suerte. Otro acto de fe.
Pasaron los días, las semanas, el nivel de ansiedad; las recetas de antidepresivos, ansiolíticos y alcohol, entre otras cosas, parecían aumentar y nos veíamos cada vez más lejos de desfilar con el birrete ese de la bolita violeta. Las personas comenzaron a desesperarse, y aún sin haber ido a las asambleas anteriores, grupos se organizaron para promover una segunda asamblea de estudiantes. La presión fue tal que el Presidente del Consejo de Estudiantes, decidió motu propio, llevar a cabo una segunda Asamblea. Se convocó a todo el estudiantado, se facilitó el Centro de Convenciones (ahora Pedro Rosselló), había urnas de la Comisión Estatal de Elecciones por si se decidía votar en secreto y llegaron 2,800 personas.
2,800 compañeros y compañeras de una matrícula de 18,000 aproximadamente ¡Qué dejadez! Pero, peor aún…. Cuanta desfachatez hay que tener para, no haber ido a esa Asamblea y ahora quejarse. El remedio nos lo dieron, lo tuvimos amarrado al brazo derecho en forma de bandita azul y ustedes lo dejaron pasar; el que se quedó en su casa y estaba en contra de ratificar la huelga; votó silentemente por la ratificación. Los casi 100 que alzamos la mano en contra, con valor, gallardía y bajo aguaceros de insultos y malos ratos, votamos y a toda honra perdimos.
Al otro día: todo cambió.
La Universidad despertó rodeada, como en los tiempos medievales, de mastodontes que responden a un estímulo cual perros de Pavlov y salivan de igual manera. Esa escena sumada a la ridícula y famosa orden de permitir la intervención de esos gorilas con todo aquel que le llevara comida o agua a los estudiantes dentro del Recinto. Y desperté: desperté de mi sueño, de mi vida y entendí que era hora de dar…no macanazos, pero energía positiva para la negociación. En ese momento, se abrieron las costuras de la mala fe y se hizo obvio que la intransigencia nos llevaría a la destrucción.
Vivimos en un país democrático y sí, mis derechos terminan donde empiezan los tuyos…pero hay que jugar de buena fe; quien no haya participado del proceso debe aceptar la realidad. No se vale colarse en la fila de la burocracia.
No soy huelguista, ni revolucionaria, tampoco uso chancletas de Jesucristo y me afeito las piernas; pero me he convertido. NO en uno de “ellos” como quieren hacerlos ver, si no en una universitaria con conciencia colectiva que respeta los procesos del sistema y supo calendarizar todas las asambleas, participar de ellas y aceptar las decisiones. No estoy para rabietas ni tantrums de niñitos de head-start.
Para mí, las huelgas no son nuevas…por eso no las avalo, reconozco sus inconvenientes, pero, así también puntualizo que esta ha sido distinta: 11 recintos, 1 Universidad… y los reclamos, después de mucho análisis y estudio, los encuentro válidos.
Entré al sistema de la Universidad de Puerto Rico en el ’93… ¡recuerdo cuando llegó la carta que decía que había sido admitida a la UHS!
Llegué de afuera, de los de la comunidad, de los 50 que sobresalen en el examen que anualmente toman más de 500 esperanzados. En el ’92 mi madre; desesperada por ofrecerme una excelente educación pero maniatada por no poder costear alguno de los colegios que la ofrecían, se enteró que existía una escuela para estudiantes académicamente talentosos…muchos fueron los y las que le dijeron “nena, bájate de esa nube que eso es para hijos e hijas de profesores y gente con pala” pero mami, no claudicó. Mi hermana es UHS 2003 y yo 1999: mi papá es músico y mi mamá en ese momento no había completado su formación universitaria. Juan y Juana del pueblo habían logrado el primer paso para que sus hijas subieran un escalafón académico.
Soy hija de la bohemia y la razón, de la bullanga y la emoción. Soy hija de trabajadores puertorriqueños, de esos que viven mes a mes. De esos que velan el camión de la luz por la ventana y de vez en cuando el del agua también. Soy hija de la sobrevivencia :)
Mi formación académica fue excelente. La Escuela Superior de la Universidad es un laboratorio pedagógico para los futuros maestros matriculados en la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico. Además, para los iuechesianos es un laboratorio de vida.
De U.H.S tengo dulces y amargos recuerdos. Entre los amargos estuvo el aceptar el nivel socioeconómico y entender que cuando no se puede, no se puede. Casi siempre iba a la escuela en leggins y t-shirt o en algún mahón marca genérica; se hacían dos compras anuales de ropa: una en verano y los regalos de navidad. Tan era así que recuerdo un lunes decir, “mañana es martes, tengo varias horas libres deja ver si me visto más bonita” y el compañero que estaba al lado me contestó “te pondrás el bodysuit ese…el del zipper”…. Él, tenía razón.
En adición a la ropa, la transportación era un lío. No había tren urbano. Durante los primeros años, mi madre nos montaba en el carro a las 5:45am; llevaba a mi hermana a la escuela especializada de ballet, a mí a la UHS y regresaba a Bayamón para que mi hermanito estudiara en una escuela pública modelo. Desde el 1997, se ahorró el viaje a la “Julián”…mi hermana estaba conmigo. En las tardes, muchas veces regresaba a casa en guagua; la ruta de la 52, casi tres horas para llegar a Bayamón.
Fuimos de las familias que nunca pagaron los $100 de la cuota anual de la Asociación de Padres y Maestros: simplemente no había dinero.
Pero nada de eso amainó mis deseos de estudiar: la educación me daría libertad. Lo he escuchado tantas veces de la boca de mi padre, que es mi mantra.
En la UHS descubrí que soy malísima para los deportes, que aunque soy muy fexible; no puedo brincar, lanzar ni atrapar. También entendí que no entendía, ni entiendo, los números. Pero, sobre todo, en la UHS descubrí que el universo es infinito al igual que las posibilidades de crecimiento en este país, todo con la base adecuada de educación. Me interesé por el área del conocimiento por tanto, cuando llegó la hora de solicitar ingreso a la Universidad de Puerto Rico-Recinto de Río Piedras, entré por sicología….luego, en el verano y antes de comenzar el primer semestre, cambie a educación: sería una misi.
En la UHS, el no ir a la Universidad ni se menciona y el irse a una universidad fuera de la IUPI o Mayagüez no se promueve, para mí el ejercicio fue pasar de ser 99-033 al 801-99-2817.
Entré a la IUPI-Río Piedras en el ’99. ¿Cómo lo hice? ¿Cómo lo pagué? Double-dipping!
Hice dos bachilleratos en cinco años. Terminé el primero en 3.5 y al verme tan joven me dije “¿y ahora qué hago?” y estudié italiano y francés. Después de todo, era prudente experimentar conmigo misma todas esas teorías de adquisición de segunda o tercera lengua que había estudiado en mi primer bachillerato de enseñanza de inglés a hispanoparlantes. Como en mi casa el valor principal era la educación yo iba a la Universidad convencida que debía sobresalir y así fue, era top faiv de mi facultad y bottom faiv según la tabla de ingresos para recibir Beca Pell. Por lo tanto, la Universidad invertía en mí y los federales me pasaban una mesada; con la que compraba todos mis libros, mis materiales (en educación se hace mucha garambeta y presentación) y pagaba la gasolina del carro que me compré: un Cutlass Supreme del ’90 que era de mi madre y ella me lo vendió por el módico costo de: mi primer préstamo estudiantil. Además, cubría todos mis gastos de salidas y mi celular. Claro, que a eso se sumaba que trabajé a tiempo parcial la mayoría del tiempo: desde servicio al cliente en una tienda de productos de fiestas, asistente de producción de teatro y mis buenos dos años en Foot Locker de Plaza Las Américas…!donde me decían misi desde antes de graduarme!
Si aun con el famoso double-dipping tenía que trabajar ¿Cuán difícil, por no decir imposible, hubiera sido sin esa oportunidad?
Y eso es lo que quiero, para los que como yo, lo necesiten...porque con esa oportunidad me gradué Magna Cum Laude y me fui a vivir a Nueva York en la comunidad hispana del Barrio y aquellos y aquellas familias veían en mi, una mujer de la Isla que contra viento y marea había decidido aportar a el guetto lo que aprendió en la yupi. La experiencia fue maravillosa….
Lástima que poco a poco se fue llevando a la mujer agradecida de la Universidad, a la que no se perdía una obra en el Julia, a la que no fue a las Justas por no considerarlas ambiente realmente universitario, a la universitaria empática, llena de vitalidad que hurgaba todas las esquinas de la librería para comprar artículos que dijeran UPR-Rio Piedras: Jerezana.
Y me enfrasqué y decidí que quería más; que el salón era muy pequeño para mí…que quería impactar más personas y opte por Derecho.
Y estudié cuatro años; muchas lágrimas, sacrificio, facturas, deudas (casi una hipoteca) y este último semestre, parece que olvidé que antes de verme desfilar debía mirar en retrospectiva y analizar ¿Cómo llegue aquí?
No estoy a favor de la huelga, pero creo en la libertad de expresión y asociación. Además repudio la violencia y confrontación. Compañeros y compañeras, ya estamos en el embrollo…se dió la oportunidad para levantar la huelga y al contrario, se ratificó. ¡Bueno que pase! Porque la Universidad es de todos y todas y todos y todas tenían que actuar. Ahora, ahora hay que negociar.
Estoy a punto de no poder revalidar en septiembre, perder una oferta de trabajo para octubre y volverme loca… pero, estoy cómoda en mi propia piel; hice lo que pude y más allá de ir en contra de la corriente comprendí el verdadero significado de la democracia. El pueblo somos uno y si para que mis hijos, hijas, primos, primas, sobrinos y sobrinas, puedan ser 801 tengo que esperar un año más para yo ser licenciada, ese es y será sólo uno de los muchos sacrificios que haré por ellos…después de todo…es un tercer acto de fe.
martes, 13 de abril de 2010
destiempo

Tengo una amiga que tiene una prima que dice que vivió un amor a destiempo. Cuenta mi amiga –la que tiene la prima- que destiempo; aunque parezca tonto, es cuando dos personas se conocen antes de tiempo. Le dije a mi amiga que le dijera a su prima que eso no es posible.
El diccionario, que sólo falla cuando nos da la gana, esboza que destiempo es “algo” (no dice qué) fuera de tiempo, sin oportunidad.
¿Será el amor una de esas “cosas”? Sugiero que no.
Hace tiempo atrás, tanto que he perdido la cuenta, creí –como la prima de mi amiga- que había conocido a alguien a destiempo. Las condiciones –le dije- no son las idóneas y así, como cuando Susan dice que “shueve o no shueve” predije un aguacero de lamentos, desengaños y reproches. Del saque y con la bola en mi cancha, pronostiqué un huracán de desavenencias, líos y peleas. Yo, sabía que no funcionaría, que no era el momento. Pero, me dejé ir por un coleccionista de relojes. Y nos envolvimos -como guanimes de Guavate- y nos comimos...por mucho tiempo.

Y eso cambió.
Y le repetí “ves, es el destiempo”.
Y me fui convencida que mi reloj universal estaba dañado, que el calendario era mi enemigo y que las agendas no son de dios.
Y salí empeñada en calificar lo sucedido, en ponerle nombre y apellido, estaba emperrada…necesitaba validar que el tiempo me había traicionado…
Y no lo logré.
Y miré atrás y lo vi.
Vi que juntos
habíamos
reído y llorado
corrido y caminado
besado y babeado
jadeado y callado
Entonces; comprendí que lo habíamos logrado, que habíamos creado nuestro propio mundo de fotografías, de esas… de las blancas y negras como las de aquel archivo general que recorrimos riendo, de esas… de las borradas por complicidad como las que hemos tomado y luego decidido guardar en el corazón.
Y entendí que el coleccionista, siempre tuvo razón. Que los muchos relojes que guarda en la cajita de madera no son “amorómetros” que sólo dan la hora, los minutos o segundos de la vida artificial…que el tiempo es un invento para llegar a la oficina, al trabajo y mortificar a Morfeo cuando nos abraza de madrugada.
Y me gocé…una vez más
cada una de las veces que
reímos y lloramos
corrimos y caminamos
besamos y babeamos
jadeamos y callamos
Me gocé todo lo que a nuestro ritmo, sin tic-tac suizo y con tun-tun boricua vivimos.
Y así, reafirmo que la prima de mi amiga se equivoca…que el destiempo no existe, que conoces a quien conoces a tiempo, con ritmo y sincronía…que bailas al son que te toquen…y esto, prima de mi amiga, se llama vida.

domingo, 4 de abril de 2010
El Ricky que habita en mí.

Esta semana salió a la luz pública, directo de la pluma (no pun intended!) de Ricky Martin; que es homosexual. ¡Buenas nuevas! -exclamaron muchos, ¡Bah, llueve sobre mojado! –dijeron otros. ¡Es un pecador! –no faltaron los dedo-apuntadores.
Confieso que esta confesión (valga la redundancia) me supo agri-dulce. Agria porque la encontré excesiva, porque no camino con un cartel que anuncia mi orientación sexual y estoy convencida que nadie debe llevar un post-it fluorescente con la misma información. Mi vida es mi vida; la tuya es la tuya. Pero, luego dije ¡Es Ricky Martin, el de la vida loca, es de los golden showers! Entonces el sabor fue dulce… lo recibí como un acto de deferencia al resto de los mortales que tenemos manías, fetiches, orientaciones, desviaciones, deseos, mil cosas escondidas y este pseudo-dios mediático nos daba ahí mismo, en su página del internet, el pie para salir del clóset. Nos dio el empujón para vivir en paz. Su libertad nos liberaba a todos y todas.
Todos y todas tenemos clósets; unos walking, otros de pared…algunos regados, otros organizados por colores con las t-shirts dobladas y la ropa interior enrollada. Hay clósets de tepe a tepe, otros plegadizos; de esos que son como cajitas de plástico…y algunos hasta sofá tienen…para sentarse a observar lo que será la próxima combinación, el próximo statement!
Hay clósets repletos de heterosexualidad con fetiches absurdos y riquísimos. Otros con aroma homosexual y felicidad en las paredes. Hay clósets pintados con intolerancia, ese color que huele a ¡mierda! Otros, con los bordes dorados que despliegan un caché tan cachendoso que no es más que una pantalla de humo. Los hay organizados pero desorganizados; con la ropa bien puesta y el cerebro hecho un batumen, codificados por color igual que la gente, con las mangas de largas a cortas…
¡Hay clósets con tantos recovecos! Otros, con cajas llenas de recuerdos escondidas en la parte de arriba, ¡cómo si nunca los fueran a encontrar! Hay otros con tantos y tantos zapatos que dan la impresión que la persona sólo quiere huir. Hay clósets llenos de risas de niños, con sus travesuras y buenos ratos. Hay otros que están cubiertos de lágrimas de hombres y mujeres que se han escondido con la esperanza de no ser encontrados o encontradas nunca.
Entonces, te pregunto ¿y tu closet? ¿qué tal? El mío, el mío está en remodelación.
lunes, 22 de marzo de 2010
hasta los sesos

pídeme un deseo
¡dale, vale!
qu’ando vestía de genio
pídeme un deseo
de esos, de los prohibíos
de los que cuando estás en mí
jadeas al oído
pide
dale
vale
anda
boconea
salpícame
de las ricas
de las dulces
de las amargas
de las saladas
avanza
con sudor
sin clemencia
sin pudor
con decadencia
pide
dale
vale
anda
qu’el tiempo corre
y me atrapa
me jala
me lleva
me mata
me ciega
me vuelca el alma
la arranca del cuerpo
pide
dale
vale
anda
pídeme
qu'ando complaciente
a tu cuerpo, a tus manos
a tus dedos, a tu panza
ay dioh!
así
ahí
aquí
pide que no puedo máh
que tu cuerpo me desgasta
y el mío
el mío ya no aguanta
martes, 16 de marzo de 2010
ocho años
El mejor amigo de mi primito de ocho años se cayó de la cama.
II.
La casa en la cual mi primito pernoctó en un sinnúmero de ocasiones es la escena de un crimen.
III.
Llevé a mi primito a hacer un Build-a-Bear en honor a su mejor amigo.
Le pregunté “¿crees que le gustaría?”
“No lo sé, está muerto” me contestó.
La vida se acaba en menos de un segundo. Entonces ¿qué hacemos con el tiempo que nos queda?
Llevo cuatro años estudiando, persiguiendo una carrera y hace unos días recibí un text de una amiga que decía que ella estaba bien, “como siempre corriendo”, que en algún momento iríamos al cine. Yo, hice un pausa y le texteé sobre mi semana. No es que la mía sea mejor que la suya, ni siquiera es que sea más significativa…es que mi semana fue una bofetá en la cara.
Esta semana reflexioné sobre las veces que he perdido perspectiva, las que he querido ser perfecta, cubrir todas las bases, verme como si supiera; fuerte y valerosa. Así mismo conté las ocasiones en las que he sido malcriada, malagradecida, malparía. Repasé mis días, cómo los hacemos rutina y olvidamos observar y meditar. Redescubrí que muchas veces dejamos pasar lo bueno buscando lo que queremos…
Entonces me hice una promesa. De ahora en adelante; anhelo vivir día a día, saborear cada inhalada, meditar cada brisa…quiero vivir en paz…como una niña de ocho años.
domingo, 7 de marzo de 2010
sal
me convirtió en estatua
me petrificó
me robó el deseo
me entregó a Morfeo
me despeinó por días
me enfangó los pies
me estragó las tripas
me cortó los dedos
me mordió las uñas
me secó los ojos
me fundió los sesos
me besó la muerte
me enfrentó a mi misma
me llenó de nada
me embarró de mierda
me montó en su espalda
me cambió el nombre
me escupió la cara
me jodió la vida
jueves, 4 de marzo de 2010
astronauta
Para tí
En la Semana de la Mujer
Con la esperanza de que algún día no haya necesidad de esa distinción en el calendario.
¿Cuán sexy soy? Hay días que me levanto y digo que fea soy; hay otros, la mayoría, que me encuentro la mujer más bella del universo. Estos últimos; me peino, maquillo, uso lentes de contacto aunque me duelan los ojos pero no, no es suficiente.
He cambiado mi modo de vestir, he comprado ropa nueva, me visto como de revista y en ocasiones tengo mi propio estilo pero no, no es suficiente.
He moderado mi alimentación, hago ejercicio, busco tener y tengo un buen cuerpo pero no, no es suficiente.
Abrir las piernas, ¡dizque para complacer!
¿Qué tipo de maquina soy? ¿Qué modelo de sex machine soy?
¡No soy una máquina!
Disfruto mi vida sexual pero no, ¿cómo va a ser? ¡si es nula!
¿Nula de qué? Si no pasa un ocaso sin que nuestros cuerpos se encuentren pero no, no es suficiente.
Dicen que para mantener una relación hay que ser misteriosa, sexy, atractiva y ¿qué soy? Al parecer, por más que intento no llego. ¿A dónde? No lo sé. Quizás, a la mujer utópica llena de frescura y vitalidad, amante de la energía y cultivadora del deseo.
¡Esa mujer! ¿Quién es? ¿Dónde está? Si la encuentras dímelo y dile de mi parte que la envidio pero, no por ser ella; sino por poder ser quien los demás esperan que ella sea.
Dices que hacen falta más cosas en una relación.
¿Acaso hacer el amor, salir a comer, ir al cine, ir al gimnasio, disfrutar la vida, conversar como amigos, ser amigos, planificar el futuro, saborear mantecado, querer ir a Nueva York, querer viajar el mundo, desear tener hijos, amar y desear el perro que nunca te ha gustado, jugar pelota, baloncesto, volleyball, natación, volar chiringa, viajar juntos, llorar de alegría y de tristeza, consolarnos, abrazarnos, mimarnos, molestarnos, despertarnos y en ocasiones dormirnos, viajar en carro, ir a la playa, correr four track, volar en parasailing, vernos desnudos, tocar y desear nuestros cuerpos y sobretodo amarnos no es suficiente?
Digo si hace falta algo más que eso avísame porque, debo buscarlo a la luna.
Pero no, no soy astronauta.
7 de noviembre de 2001/revisado y editado por misma el 4 de marzo de 2010.