laberinto

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Barcelona

domingo, 4 de abril de 2010

El Ricky que habita en mí.



Esta semana salió a la luz pública, directo de la pluma (no pun intended!) de Ricky Martin; que es homosexual. ¡Buenas nuevas! -exclamaron muchos, ¡Bah, llueve sobre mojado! –dijeron otros. ¡Es un pecador! –no faltaron los dedo-apuntadores.

Confieso que esta confesión (valga la redundancia) me supo agri-dulce. Agria porque la encontré excesiva, porque no camino con un cartel que anuncia mi orientación sexual y estoy convencida que nadie debe llevar un post-it fluorescente con la misma información. Mi vida es mi vida; la tuya es la tuya. Pero, luego dije ¡Es Ricky Martin, el de la vida loca, es de los golden showers! Entonces el sabor fue dulce… lo recibí como un acto de deferencia al resto de los mortales que tenemos manías, fetiches, orientaciones, desviaciones, deseos, mil cosas escondidas y este pseudo-dios mediático nos daba ahí mismo, en su página del internet, el pie para salir del clóset. Nos dio el empujón para vivir en paz. Su libertad nos liberaba a todos y todas.

Todos y todas tenemos clósets; unos walking, otros de pared…algunos regados, otros organizados por colores con las t-shirts dobladas y la ropa interior enrollada. Hay clósets de tepe a tepe, otros plegadizos; de esos que son como cajitas de plástico…y algunos hasta sofá tienen…para sentarse a observar lo que será la próxima combinación, el próximo statement!

Hay clósets repletos de heterosexualidad con fetiches absurdos y riquísimos. Otros con aroma homosexual y felicidad en las paredes. Hay clósets pintados con intolerancia, ese color que huele a ¡mierda! Otros, con los bordes dorados que despliegan un caché tan cachendoso que no es más que una pantalla de humo. Los hay organizados pero desorganizados; con la ropa bien puesta y el cerebro hecho un batumen, codificados por color igual que la gente, con las mangas de largas a cortas…

¡Hay clósets con tantos recovecos! Otros, con cajas llenas de recuerdos escondidas en la parte de arriba, ¡cómo si nunca los fueran a encontrar! Hay otros con tantos y tantos zapatos que dan la impresión que la persona sólo quiere huir. Hay clósets llenos de risas de niños, con sus travesuras y buenos ratos. Hay otros que están cubiertos de lágrimas de hombres y mujeres que se han escondido con la esperanza de no ser encontrados o encontradas nunca.

Entonces, te pregunto ¿y tu closet? ¿qué tal? El mío, el mío está en remodelación.

3 comentarios:

Kayla S. dijo...

Cuanta sabiduría en tus palabras. Son tantas las ocasiones en que encerramos el ser en el clóset del olvido, tantas que nos olvidamos de como ser nosotros mismos. Postergamos el sentir y el existir por el pensar, amputanto así despiadadamente la esencia de la vida, la realidad de la libertad.

Mi clóset está patas pa' arriba... Estoy en el proceso de elejir ser quien tengo que ser para rediseñarlo. Tus palabras me apoyan barbáricamente.

By the way, ayer terminé el libro de Esteva... Tantas cosas me hicieron sentido!

Yuliria dijo...

Que no te entierren vivo...tienes que resucitar...!!!....ese fue el sermon del domingo de pascua...entre polvos majas,,,mucho almidon y quejas arrugadas...logre captar que en esencia la vida se trata de trascender,reinventarse,liberarse de los mantos que con perfumes y aceites nos envuelven.......te amo!!!!!!...agradezco tu sabiduria....BTW....el mio tambien esta en remodelacion....colocandole un nuevo piso....!!!!!

Ícaro Ardiendo dijo...

Muy buena reflexión. Me ha hecho reconsiderar mi posición sobre el "coming out" de Ricky.