laberinto

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Barcelona

martes, 16 de marzo de 2010

ocho años



I.
El mejor amigo de mi primito de ocho años se cayó de la cama.

II.
La casa en la cual mi primito pernoctó en un sinnúmero de ocasiones es la escena de un crimen.

III.
Llevé a mi primito a hacer un Build-a-Bear en honor a su mejor amigo.
Le pregunté “¿crees que le gustaría?”
“No lo sé, está muerto” me contestó.


La vida se acaba en menos de un segundo. Entonces ¿qué hacemos con el tiempo que nos queda?

Llevo cuatro años estudiando, persiguiendo una carrera y hace unos días recibí un text de una amiga que decía que ella estaba bien, “como siempre corriendo”, que en algún momento iríamos al cine. Yo, hice un pausa y le texteé sobre mi semana. No es que la mía sea mejor que la suya, ni siquiera es que sea más significativa…es que mi semana fue una bofetá en la cara.

Esta semana reflexioné sobre las veces que he perdido perspectiva, las que he querido ser perfecta, cubrir todas las bases, verme como si supiera; fuerte y valerosa. Así mismo conté las ocasiones en las que he sido malcriada, malagradecida, malparía. Repasé mis días, cómo los hacemos rutina y olvidamos observar y meditar. Redescubrí que muchas veces dejamos pasar lo bueno buscando lo que queremos…

Entonces me hice una promesa. De ahora en adelante; anhelo vivir día a día, saborear cada inhalada, meditar cada brisa…quiero vivir en paz…como una niña de ocho años.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda

Kayla S. dijo...

Es increíble como nuestros caminos se intersecan. Esta mañana sentada en mi oficina, escribía una entrada similar, motivada por otra muerte repentina. Mis palabras se borraron cuando equivocadamente (eso pensaba yo) di delete en lugar de save. Ahora entiendo, es que tu cubrirías mi intelectual de lanzar una promesa al universo de vivir cada día como si fuera el último.

Gracias…

Kayla S. dijo...

Mi necesidad....

By the way, que hermoso vivir cada día con nuestro niño interior al timón...

mágico.

Ama dijo...

Esta entrada es la mas que me ha gustado, o mas bien me identifico. Lamentablemente aveces ocurre una perdida o un evento no grato para sacudirnos y tener una perspectiva mas positiva en la vida, valorar la gente buena que nos rodea y agradecer estar viva. La vida es fragil y corta y hay que tratar de ser feliz cada dia, cada segundo. Y como siempre te he dicho en mi vocablo diarreico... siempre hay alguien que esta mas jodio que uno.

edmaris dijo...

El niño de mi vida cuando un carro atropelló a mi perrita, le dije la verdad y me preguntó que dónde estaba ella ahora así que I had to play the Doggies’ Heaven card… él me miró a los ojos con una cara de ternura y lástima y me dijo: Ay Edmaris! Eso no existe, al cielo sólo van los humanos no los perros.